Resumen

Alcalá del Júcar es uno de los pueblos más espectaculares y pintorescos de Albacete. Ubicado al noreste de esta provincia, se encuentra dentro de la comarca de La Manchuela.

Sus casas de arquitectura popular, excavadas en la montaña, se adaptan al terreno en calles estrechas y empinadas, trepando hacia el Castillo que se asoma a la hoz que forma a sus pies el río Júcar.

Su población se encuentra dividida en seis núcleos: Alcalá, Las Eras, Casas del Cerro, La Gila, Zulema y Tolosa.

Sus habitantes se dedican principalmente a la agricultura y a la ganadería, aunque en los últimos años se ha desarrollado una importante infraestructura turística, debido al auge del turismo rural, incrementando la oferta de alojamientos, restaurantes y actividades de ocio y tiempo libre, todas ellas vinculadas con la naturaleza y la aventura, propiciada por la belleza natural de Alcalá y de su entorno.
 Historia de Alcalá del Júcar
En 1982 fue declarado Conjunto Histórico-Artístico por Real Decreto. Entre sus monumentos destacan el Castillo, la Iglesia Parroquial de San Andrés, el Puente Romano, la Plaza de Toros o la Ermita de San Lorenzo, sin olvidar sus casas-cueva.
En 1986, recibió el tercer premio, después de la torre Eiffel y la Gran Mezquita de Estambul, a la mejor iluminación artística, organizado por la casa Philips de acuerdo con el proyecto de José Ángel Lucas Baidez. Además, en 1998, el Ayuntamiento de Alcalá del Júcar recibió el premio de turismo que concede el Gobierno de Castilla-La Mancha por su labor de promoción y desarrollo turístico.

 

Historia

Hacia el siglo XII, Alcalá del Júcar fue fortaleza musulmana, formando parte de la línea defensiva que los árabes construyeron en las riberas del río para contener la creciente presión de los reyes cristianos.

La presencia árabe queda reflejada en el Castillo que se encuentra en la cima de la ladera y que da nombre a esta localidad, “Al-Kala”, que significa castillo.

En el año 1211, una expedición relámpago de Alfonso VIII consigue arrebatar a los musulmanes la localidad de Alcalá, aunque la pierde poco después.

En 1212, la dominación cristiana quedará garantizada cuando la victoria sobre los almohades en las Navas de Tolosa rompe la defensa árabe y deja libres todas las tierras de la actual provincia de Albacete a la población.

Inicialmente, Alcalá del Júcar fue una aldea de Jorquera, hasta que el 18 de abril de 1364 Pedro I firmó un documento en el Grao de Valencia concediendo a esta localidad el villazgo y la segregación con respecto a Jorquera, con asignación del Fuero de las Leyes, ordenamiento concejil y otros derechos.

Como todas las poblaciones cercanas, perteneció al estado de Villena y padeció las vicisitudes de este peculiar señorío que tanta importancia tuvo en la Edad Media y en la gestación de la moderna monarquía castellana.

El estado de Villena, después Marquesado, nace hacia 1282, cuando el infante don Sancho se alza contra su padre, Alfonso VIII, ayudado entre otros nobles por su tío don Manuel. Como premio por su ayuda, éste recibe tierras y villas que, unidas a su señorío de Villena, van a formar el primer núcleo de su estado.

La riqueza de sus tierras y su estratégica situación, fronteriza con los reinos de Castilla y Aragón, acrecientan su importancia, aunque también han sido motivo de numerosas disputas que empezarán a la muerte del Infante, prolongándose hasta el reinado de los Reyes Católicos.

El Marquesado y todas sus villas, entre ellas Alcalá, será escenario durante muchos años de luchas y enfrentamientos entre los nobles y el poder real. Entre ellas, destaca la que enfrentó a los Infantes de Aragón con los partidarios de la monarquía castellana.

En este periodo fue cuando surge la figura de Juan Pacheco, favorito de Enrique IV, nombrado Marqués de Villena, que domina y pacifica todo el territorio, siendo artífice de muchos de los castillos e iglesias que han llegado hasta nuestros días.

Alcalá del Júcar, como las restantes poblaciones del Marquesado, estuvo sometida al poder de sus señores hasta el siglo XIX, aunque la política centralista e imperial de los Reyes Católicos limitó notablemente el poder feudal.

Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1982, Alcalá del Júcar fue antiguamente aduana del Camino Real de Castilla a Levante.

En 1986, recibió el tercer premio, después de la torre Eiffel y la Gran Mezquita de Estambul, a la mejor iluminación artística, organizado por la casa Philips de acuerdo con el proyecto de José Ángel Lucas Baidez.

Además, en 1998, en Villanueva de los Infantes, el Ayuntamiento de Alcalá del Júcar recibió el premio de turismo que concede el Gobierno de C-LM por su labor a favor de la promoción y desarrollo turístico. En la actualidad, su población se encuentra dividida en seis núcleos: Alcalá, Las Eras, Casas del Cerro, La Gila, Zulema y Tolosa.

Tradicionalmente, sus habitantes se han dedicado a la agricultura y a la ganadería, sin embargo, en las últimas décadas, ha cobrado un protagonismo especial el turismo rural gracias a la belleza que ofrece Alcalá del Júcar y su entorno, incrementándose la oferta de alojamientos, restaurantes y actividades de ocio y tiempo libre en esta zona.

 

 

2 REspuestas de Historia de Alcalá del Júcar
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